«Nunca escribo mi nombre en los libros que compro hasta después de haberlos leído, porque sólo entonces puedo llamarlos míos.» 

Carlo Dossi, escritor Italiano

Lo que tiene nombre existe

Siempre he pensado que el nombre es una palabra mágica, llamarnos de una determinada manera es invocar nuestra presencia en este mundo.

Pero, dejando mi mágico-romántica visión de las cosas, el nombre es uno de los elementos más importantes para todos los seres, en especial para el ser humano.

No en vano, el derecho a un nombre y nacionalidad es el 1er derecho de todo niño:

Desde el momento de su nacimiento, toda persona tiene derecho a obtener una identidad. Es la prueba de la existencia de una persona como parte de una sociedad, como individuo que forma parte de un todo; es lo que la caracteriza y la diferencia de las demás. 

Humanium.org

Actualmente el nombre tiene una importancia desde el punto de vista de la identidad, pertenencia y patrimonio, sin embargo antiguamente el nombre comprometía la existencia misma del ser.

El nombre desconocido de Ra

Para los egipcios uno de los elementos principales del ser humano era el nombre.

En él se hallaba la esencia del ser, ni lo vivo ni lo inanimado podían existir sin ser nombrado. En este contexto no es de extrañar que los dioses tuvieran varios.

Ra, es el dios egipcio de la creación, infinito, atemporal. Vino a la existencia por sí mismo, creó los cielos, la tierra, a los dioses y los hombres. Como antecede a todo y a todos, Ra tenía nombres que los demás seres no conocían, entre ellos uno que representaba fue fuente de poder.

Cuenta la leyenda que la diosa Isis deseaba conocer el nombre secreto de Ra.

Isis es el nombre griego para la diosa egipcia Ast. Era la “diosa madre” para los egipcios, diosa de la maternidad, del nacimiento y protectora de las madres, de los niños y la familia en general. Pero esta diosa era conocida por ser astuta y ambiciosa.

Con el fin de tener el mismo poder que el creador de los dioses, Isis tramó un plan.

nombre isis

Con sus manos juntó algo de la saliva del mismo Ra, la mezcló con tierra y creó la primera Cobra. Tomó a la serpiente y la puso en el camino que recorría el dios recorría cada día. Cuando Ra estuvo cerca de la víbora, esta se irguió y lo mordió inyectándole el veneno.

Ra, quien comienza a sentir un dolor enorme, llama a todos los dioses con lamentos y estos llegan a su lado. Les dice: muero, pero no he visto a la criatura que me ha herido, ni la reconozco pues no la he creado yo.

Entonces, Isis se acerca al dios y le afirma que para librarse el veneno debe decirle su nombre. Rá (muy vivo él) empieza a decirle todos los nombres que tiene menos el importante. Con la paciencia colmada, y también observando que Ra está cada vez más débil, Isis insta al dios a confesarle su nombre secreto.

nombre Ra

En su desesperación, Ra accede, le confiesa al oído su verdadero nombre. Complacida, la taimada diosa le grita al veneno que salga del cuerpo del dios creador. 

Desde entonces, Isis es la única deidad egipcia que tiene el mismo poder que el dios de los dioses.

El monstruo de Frankenstein

El monstruo de Frankenstein o simplemente Frankenstein como se ha llegado a conocer, es otro ejemplo en la literatura popular de la profunda relación entre el nombre y la identidad,entre el nombre y la existencia misma.

Por sus diversas adaptaciones, esta historia se ha desvirtuado hasta perder la conexión con la obra original. Frankenstein o El Prometeo Moderno es una obra de Mary Shelly.

Para conocer quién fue Prometeo, ver también: Mujer es Fragilidad.

En esta obra, el ambicioso e imprudente estudiante de medicina Víctor Frankenstein, reúne partes de cadáveres y crea un cuerpo al que, a través de energía eléctrica, logra dar vida.

En un principio el monstruo permanece inmóvil por lo que el doctor Frankenstein cree que su experimento fracasó, sintiendo cierto alivio (no grita Esta Vivo!!! Vivo!!! como dicen los muñequitos). Al día siguiente el joven estudiante se despierta solo para descubrir que su criatura se ha puesto de pie. Se horroriza al verle y lo abandona.

Este monstruo empieza su periplo por el mundo, al ser rechazado por las personas huye al bosque y luego se esconde en una granja. Allí aprende por sí mismo a hablar, a leer y escribir. Porque muy al contrario de lo que muestran las adaptaciones, este monstruo es un ser extremadamente inteligente, culto y sensible.

Pero al volverse inteligente llega su maldición, toma conciencia de su propia existencia, de su origen y su diferencia con los humano.

En el libro de refieren a él de diversas maneras: criatura, grotesco, monstruo, demonio, miserable,desgraciado… pero nunca se le da un nombre.

Este ser sin lugar en el mundo, emprende la búsqueda de su creador y al encontrarlo le exige dos cosas: Que lo reconozca (le de un   nombre) y que le cree una compañera para no ser único (el monstruo se siente muy solo).

Al leer el libro siempre me pregunté por qué Shelly no le había dado un nombre al monstruo. Luego de muchos años comprendí que la ausencia nombre era un símbolo: símbolo de su orfandad, su carencia de sentido e identidad humana.

En ningún momento del libro hay una líneas de simpatía por esta criatura. Esta era la intención de Shelly. Darle un nombre sería darle una identidad y correr el riesgo de que el lector creara un vínculo de empatía con la bestia. No darle nombre era convertirlo en nada.

Referencias

Artículo Egiptología.org (2014). La Tierra de los faraones. El Nombre Secreto de Ra. Consultado desde http://egiptologia.org/?p=490

Significado.com. Significado de la Diosa Isis. Consultado en https://www.significados.com/diosa-isis/

Humanium. Derecho a una Identidad. Consultado en https://www.humanium.org/es/derecho-identidad/

Monstruo de Frankenstein. (2018, 12 de diciembre). Wikipedia, La enciclopedia libre. Consultado desde wikipedia.org

3 thoughts on “El valor de tu nombre

  1. Vaya. Al parecer los antiguos tenían más conciencia de la importancia psicológica del nombre, no solo en términos sociales, sino también en términos del ego (ego como “Yo” mísmo)

    Like

  2. Un par de aclaraciones. Cuando hablamos de “cuenta la leyenda” en relación al antiguo Egipto, hay que estar claro que es una leyenda de muchas, a veces hasta contradictorias, pero que no necesariamente reflejaban las creencias oficiales o mayoritarias de la religion. También hay que tener en cuenta que la religión egipcia pasó por diversos estadios, y en algunos de ellos, ciertos dioses tuvieron un protagonismo diferente al de otros momentos históricos. Por ejemplo, Ra es el primero de los dioses, pero en cierta forma es hijo de Nun, que en alguna etapa es simplemente un elemento, pero también devino en el caos u oceano inicial personalizado. Y no solo los dioses tienen muchos nombres, pero también los reyes; cada uno tiene al menos tres nombres, muchas veces combinaciones de épitetos reales. De todos modos, excelente. Ah, Ast es el conjunto de consonantes del nombre de Isis, pero se pronuncia Aset o Eset.

    Like

Leave a comment