Una Puta llamada Constitución

Ya estaba grandecito cuando supe de tu existencia, y para entonces todos creían que eras una puta. Te habían ultrajado unas treinta y cinco veces. Así que no era tu primera vez, y tampoco sería la última.

En esos primeros años no te presté mucha atención, pero las hormonas, el tiempo -y algunos los libros- causarían estragos, y terminarían despertando mi curiosidad por tí, por tu belleza y, por qué no, tus atributos. ¡Que eres atractiva, morena!  Sí, me cautivaste y quise saber todo de tí.

Te escribí cartas, y me respondías. Me contaste tu “historia”. O más bien, la que me quisiste contar. Y era tan excitante leerte; cuando me hablabas de los derechos, y de mis deberes contigo, yummmy! Algo para hacer agua la boca de cualquier joven mozo inexperto. Pero tenías un secreto. Bueno, un secreto de todos conocido.

Era 1994 cuando ví que un señor muy mayor, y otros más te tomaron por el brazo y te llevaron a una habitación de un hotel. No te diste cuenta, pero yo estaba allí. Y tanto como pude, con el permiso del dueño, me acerqué a ver qué sucedía en las interioridades de aquel lugar. No pude distinguir los sonidos, más allá de amenazas y jimoteos. Y ya saliendo, me oculté para tratar de discernir en sus rostros; en tu rostro, qué pasaba allí realmente. Tal vez me engañaba mi vista, pero por un momento creí haber visto placer y desdén a la vez. Nunca supiste que yo sabía, o tal vez simplemente no te importaba.

Entónces, comencé a preguntar, a indagar más allá de las letras que me enviabas. Busqué, y encontré lo que tal vez no querías que supiera; ya habías escrito a otros, muchos otros; más de cien años escribiendo a otros, enamorándolos y desilusionándolos; diciendo cosas hermosas, y cosas horrendas, indignas de la mujer que creía tenías que ser. Y no era todo. Encontré más. Pues desde el año que fuiste libre, que fuiste señora, estuviste entrando y saliendo de cuartos maltrechos, satisfaciendo sus deseos malditos, año tras año, a costa de tu honor. Aún así te amo, por lo que decidí esperear en vez de actuar precipitadamente.

Pasaron los años; yo con canas, arrugas y una larga lista de expectativas. Y es en 2002; menos de 10 años después de mi primer mal rato, cuando veo que vuelven a tomarte del brazo. Ya sé lo que va a suceder, así que no es pequeño el vacío que me inunda, pero aún así, decido esperar. Esta vez no me acerqué para escuchar lo que estabas por hacer, si llorarías de dolor o gemirías de placer.

Entonces, pude entender.  Ví en tu rostro que no eras la puta que algunos creían, y que querían también que yo creyese. En las partes lindas de tus cartas buscabas encontrar alguien que creyera en tí, que te amara, y que te ayudara a ser verdaderamente libre. Pero en las partes feas dejabas ver cómo tus, propios hijos te han estado abusando, y siguen haciéndolo aún. Ese día pude ver en tu rostro el dolor de una mujer que quiere ser libre, pero que tiene que disimular que todo está bien. Ese día vi el escenario completo; que tus propios hijos te tienen secuestrada y asediada; que así desahogan en tí sus ansias de poder y sus locuras megalomaníacas; que no les importan sus hermanos ni sus hermanas, que no les importa nada más que satisfacer sus apetencias personales y poder extraer de tí todo lo que deseen; que te usan para hablar “progreso”, pero no producen desarrollo.

Es el año 2018, y ya casi hacen cuarenta las veces que te han irrespetado. Unas veces han sido gentiles, pero otras no han dudado de usar la fuerza para llevarte a la cama y obtener lo que quieren. Y a pesar de tantas modificaciones, mi amada Constitución, ninguno de tus hijos ha sabido tratarte para ayudarte a ser lo que siempre has querido ser, una mujer libre, soberana e independiente.

Te amo Constitución. Te amo por quien eres, y te amo a pesar de lo que te ha sucedido. No eres la puta que ellos quieren que seas. No eres la puta que ellos han tratado que seas. Ya no tienes que fingir por mí que todo está bien. Eres grande, y más grande serás si hoy alzas tu mano y gritas: “¡BASTA!, No soy tu puta, presidente de turno, ni soy tu puta, legislador impune. Desde hoy soy libre para ser, y para guiar a mis hijos para que sean quienes deben ser”. ¡Grítalo! Yo, y todos tus hijos, los que sí te amamos, lo gritamos contigo.

¡BASTA!

Créditos de Fotos

Portada. Self Portrait por Silvia Sala en Flickr

Mirror por DualD-FlipFlop en Flickr

Referencias

Un clamor extendido

Más tareas y horas no es igual a mejor educación

Existen muchos maestros y padres que, en conjunto con las instituciones públicas, piensan que el objetivo de las escuelas con tanda extendida es tener más tiempo para asignarles más tareas a los estudiantes. Y que, como consecuencia de esto, se formarán mejores personas, pero la realidad no es así.

En la República Dominicana, ya hay algunas escuelas con este tipo de jornada, en la que el estudiante debe ingresar al centro mínimo a las 7:15 a.m. para regresar a sus hogares a partir de las 4:00 p.m.  

Es decir, que los estudiantes pasan aproximadamente diez (10) horas en el plantel estudiantil. Horario que es incluso más extenso que una jornada normal de trabajo.

Dicha tanda se distribuye de la siguiente manera: ocho (8) horas de clase dentro del aula y dos (2) en total de recreación, que es lo que conocemos como el famoso «recreo».

El recreo

Es el espacio en el que los alumnos pueden realizar libremente actividades como leer, escuchar música, charlar, comer, jugar, ir al baño, entre otras. Sin embargo, una gran masa de la población estudiantil, se le priva de gozar de estos derechos.

Esto se debe a que la cantidad de tareas, es mucha y encima muy extensa. En consecuencia, los jóvenes prefieren «aprovechar» el espacio de recreo e invertirlo en avanzar sus obligaciones didácticas.

tarea escuelaEntonces, los maestros y/o el programa de estudio que tienen, aparte de cubrir el tiempo asignado para las áreas curriculares también, en cierto sentido, les roban el tiempo que pueden invertir para hacer actividades recreativas como todo niño, adolescente y/o joven normal.

Para colmo, los jóvenes también están encarcelados en una presión psicológica en la que si no alcanzas «x» cantidad de calificaciones durante los meses que ocupan el semestre, serán expulsado.

Ya que, según estas instituciones, no están lo suficientemente capacitado para estar en ese centro estudiantil.

Gran parte de la población estudiantil vive a una larga distancia del centro en el que estudia. Debido a que muchos padres también se han creído este estereotipo de que, entre más horas tengas en el centro, más conocimientos intelectuales puedes adquirir.

Entonces inscriben a sus hijos en un centro de estudio con hasta 100 Kilómetros de distancia, con tal de que su hijo tenga una «buena o mejor formación académica».

Calidad de formación que no obtienen, puesto que no le dedican el tiempo correspondiente por hacer las asignaciones de manera apresurada para terminar.

Como consecuencia, los estudiantes deben levantarse de 5:00 a.m. a 6:00 a.m. para poder llegar antes o en el horario establecido en la institución, porque de no ser así llevarán una sanción.

En vista de que, el horario para estar en el plantel es hasta las 4:00 p.m., los estudiantes llegarían a sus hogares a partir de las 5:00 o 6:00 de la tarde, e incluso más tarde por el tráfico pesado que hay en las calles.

En estos casos los jóvenes en lugar de llegar, asearse, comer algo, descansar o tal vez realizar alguna actividad física, visitar la iglesia o simplemente compartir con familiares y/o amigos, están a las 9:00 p.m. dormidos en sus respectivas camas para descansar bien y asistir a clases al día siguiente con buenas energías; deben comenzar con la elaboración de sus asignaciones, o mejor dicho, continuar con la elaboración de las asignaciones, donde muchas veces el tiempo no les alcanza para descansar de manera correcta.

Los alumnos trabajan hasta altas horas de la noche cumpliendo con sus obligaciones y, en ocasiones, estas no son culminadas.

Por tal razón, tanto niños como jóvenes y/o adolescentes empiezan a crear un estrés a temprana edad por todas las cargas de actividades que se les imponen.

Asimismo, comienzan a gestar desapego no sólo a la familia, sino también a todos sus allegados, ya que pasan la gran parte del dia en las escuelas y las pocas horas libres que tienen se la dedican a los estudios.

Estoy de acuerdo en que los niños, jóvenes y/o adolescentes pueden ponerse al corriente con las tareas escolares e incluso tener una mejor formación académica.

Pero también, junto a un joven bien formado académicamente, tendrán jóvenes que generan enfermedades relacionadas con el estrés por la carga extra de actividades, así como personas sin ningún sentido de amor sus familiares y amigos; personas que simplemente sabrán trabajar, pero en un futuro no sabrán dedicar un minuto a sus hijos y/o personas más cercanas.

El Almuerzo

 

 

Por otra parte, los jóvenes no solo están cargados de tareas y/o obligaciones curriculares, sino que encima de todo esto, reciben una mala alimentación.

 A veces, incluso no la reciben, ya que optan por no comer, debido a la mala calidad de la comida que se distribuye en estos centros. Lo que quiere decir que, los jóvenes que no optan por comer, deben comprar comida «chatarra» en la cafetería del centro o esperar llegar a sus hogares para comer, y si es que encuentran comida.

Me atrevo a decir que en 99% de las instituciones educativas públicas, las comidas no son cocinadas con higiene, esto se puede visualizar los casos documentados donde aparecen insectos en los alimentos.

Así mismo, son cocinadas con exceso de aceites, principalmente en las carnes, si nos fijamos en los envases donde lo sirven podemos visualizar como la grasa queda en la superficie; mientras que, la carne que se va a consumir queda en el fondo.

Otra forma de ver esta ultima debilidad, es al momento de haber terminado de consumir la comida, los platos se quedan con residuos de una gran cantidad de aceite.

Todo esto puede traer como consecuencia problemas en el manejo corporal de la azúcar, colesterol, sobrepeso, entre otras; debido a que los jóvenes están consumiendo alimentos con un elevado nivel de grasas, azúcares, sales, condimentos, colorantes, etc.

Considero que el gobierno debería reformular la manera en que se va a implantar este sistema educativo en el país.

Se debe considerar una reestructuración principalmente del horario, donde se le permita al joven en las últimas horas que duran en el plantel realizar las tareas asignadas por los profesores y participar en las actividades extracurriculares, como corresponde.

Así mismo deberían supervisar y/o evaluar los alimentos que están consumiendo. Y ofrecerle a nuestros jóvenes alimentos de mejor calidad.

 

Autor: Samantha Encarnación

samantha0801@hotmail.com

 

 

Referencias:

Ducreux, Brenda. Critican Mal Manejo de la Jornada Extendida. https://www.diaadia.com.pa/el-pais/critican-mal-manejo-de-jornada-extendida-324649

Artículos Diario Libre

https://www.diariolibre.com/noticias/educacion/por-falta-de-almuerzo-suspenden-tanda-extendida-en-escuelas-de-independencia-y-bahoruco-XX9312022

https://www.diariolibre.com/noticias/educacion/escuelas-con-jornada-extendida-recortan-horario-de-clases-por-falta-del-almuerzo-XL6692462