Category: Sociedad

Ser programador, desarrollador o coder es uno de los oficios más sencillos del mundo. Es más, ni siquiera deberían pagar por hacer eso. Aunque usted no sea del área tecnológica, con estos sencillos pasos usted va a poder cumplir con cualquier requerimiento que le pidan en una empresa en cuanto a software se refiere…

Se entiende como requerimiento a aquella petición de agregar o modificar una aplicación para una tarea determinada. Así que usted,como programador va a recibir un requerimiento, posiblemente por correo electrónico de parte del cliente, el cual puede ser externo como interno de la empresa. Un requerimiento puede ser algo como esto: “Queremos que las citas de los pacientes aparezcan por orden FIFO”.

Bueno, poniéndonos en contexto es de suponer que estamos trabajando con una empresa relacionada al área de la salud. Ellos tienen una aplicación que administra citas de pacientes, quizas algunas cosas más. Para el caso que nos compete ellos quieren el orden FIFO.

Google es omnisciente

Pero ¿qué diantres es FIFO? Saber esto es tan fácil como preguntarle a Dios:

Con esto ya tenemos amarrado parte de lo que necesitamos. Ahora que sabemos qué es FIFO, nos toca ordenar las citas con las herramientas que tenemos. Supongamos que sea SQL Server, el cual sirve para administrar bases de datos. ¿No sabes programar? No te asustes. Sólo tienes que suplicar al Señor, el cual en su inmensa sabiduría te responderá:

Entonces pegando ese código y sustituyendo los nombres de las variables por las que tienes en la base de datos, ya obtendrás el resultado esperado. La sentencia le dice a la computadora: desde la tabla TabBill selecciona todo y ordénalo por la columna CreateDate. Simple y sencillo. Así es con ese ejemplo y todo lo demás, salvo que te encuentres con algo muy especializado. Pero en caso de que llegues a toparte con un punto que no se pueda encontrar por internet, es porque eres lo suficientemente tenaz como para resolverlo.

Sin pene no se programa

Ahora bien, y esto es entrando en materia: no le veo la relación entre tener un pene y ser un buen programador. O sea, ¿de dónde a alguien se le puede ocurrir que una mujer no puede copiar y pegar código en una computadora? Porque si me dicen que a una mujer se le hace más difícil realizar trabajos pesados por un tema de contextura física, es comprensible, aunque efectivamente hay mujeres que lo realizan.

Pero a ver, eso de recibir requerimientos y googlear acerca de cómo resolverlo no tiene ni la más mínima dificultad. Para mí es muy natural que cualquiera pueda realizar ese tipo de trabajo. Pero, al parecer, hay una buena parte de gente que no piensa así.

He visto en reiteradas ocasiones, en una página que acostumbro a visitar, donde atacan la discriminación hacia las mujeres en el mundo tecnológico. Al principio pensé que era un mal menor. Luego al ver la insistencia y las discusiones que se armaban al respecto me he puesto a reflexionar.

No entre quien no sepa geometría, ni sea blanco

A ver, si usted es mujer, ¿quiere decir que no puede entender el código a continuación?

La explicación del código es como sigue:

• Crea una variable llamada fibNumbers y asignarle una nueva lista de enteros, la cual contendrá 0, 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13.
• Crea una variable de tipo entero llamada count y asignarle el valor 0.
• Por cada elemento en fibNumbers:
  • Aumenta el valor de count de 1 en 1.
  • En la consola escribe “Element ” más el valor actual de count, más dos puntos, más el elemento actual.
• Finalmente escribe en la consola “Numbers of elements:” más el valor final de count.

¿Hay que ser un hombre para entender eso? Pues no. Pero hay muchos empecinados en decir que sí.

Hasta Dios es blanco y es hombre y es hetero

Ahora bien, la discriminación no se queda ahí cuando veo que también las personas de otros géneros diferentes a hombre y mujer sienten una fuerte discriminación respecto al mundo del software. Ah, pero otro grupo discriminado son las personas mayores de edad, los viejos. No importa que estén programando desde Fortran*, también estos son rechazados aunque estén al tope con las nuevas tecnologías.

Pero falta otro grupo más, los negros tampoco pueden programar. Y así vamos eliminando grupos hasta que queda uno en particular, el mismo de siempre: el hombre blanco heterosexual (y joven).

Al parecer, la mejor manera de salvarse de cualquier discriminación es nacer siendo europeo o norteamericano (gringo o canadiense, nunca mexicano, por el amor de Dios).

Porque el asunto no es simplemente que las mujeres no puedan programar, es que tampoco pueden hacer algo que está al extremo opuesto: pintar. Y es que el discurso no se limita a cualquiera de estas actividades ya mencionadas, sino a TODO. Hay un empecinamiento en hacernos creer que todo el que no sea hombre, blanco y heterosexual no puede realizar ninguna actividad que requiera destreza.

Hacia un mundo multipolar

Es como si yo, por ser latino, tengo que sentirme menos capaz que un programador irlandés. Y es simplemente por eso, porque él es irlandés. Toda esta exaltación hacia el minúsculo grupo de hombres blancos heterosexuales (y jóvenes), proviene de los últimos siglos de historia protagonizada por gente con esas características.

Pero lamentablemente para los discriminadores y prejuiciosos, las cosas están cambiando de manera muy acelerada. Les guste o no, vivimos en un mundo más inclusivo, donde cualquier persona puede conectarse con millones de gente de todas partes del mundo y poder compartir sus habilidades.

Ya no vivimos en un mundo unipolar, ya no. Estamos en la multipolaridad que nos ha brindado la globalización. Sí, esa misma ideada por hombres blancos heterosexuales con el fin de perpetuar su dominio sobre el resto de la población. Pues, malas noticias para los prejuiciosos, se acabó. Llegamos nosotros, los mulatos, negros, gente de cabello crespo, con vagina, personas con arrugas, otros con acento extraño. Unos rolean la R, otros no pueden pronunciarla. La verticalidad se terminó, o para que me entiendan mejor: its end came.

*Fortran es un lenguaje de programación que fue popular hace ya 40 años.